DISCURSO DEL PRESIDENTE REGIONAL
por: José SANCHEZ MILLA
Amigo compañero Cesar Álvarez, Señor Alcalde del Distrito de Coishco, amigos funcionarios de las diferentes instituciones públicas de este distrito y de la región Ancash, amigas y amigos de Coishco, vecinos que me acompañan el día de hoy. Me acompañan en esta reunión, de inauguración del Centro de Salud de Coishco.
Mis amigos de David Dazo, mis amigos maestros muchos de ellos compañeros de estudios, del Instituto Tecnológico Carlos Salazar Romero, de la cual fuimos promoción con César. Aquí también presente la Asistenta Social durante los años que estuvimos pasando por nuestra alma mater.
Hoy día por la mañana estuvimos en Tambo Real y hoy día por la tarde estamos en Coishco. No solamente porque se trata de una inauguración de una obra, que es una obra de suma importancia. No tan solamente porque se tratada de un cambio de mando, no porque lo quisimos nosotros, sino porque las leyes lo establecieron así.
Creo que lo más importante hoy, es reafirmar nuestro compromiso de seguir trabajando por el desarrollo de Ancash. Y cuando digo que refirmamos el compromiso de seguir trabajando por el desarrollo de Ancash, lo hacemos porque conocemos Ancash de palmo a palmo. Porque conocemos de pueblo en pueblo; de comunidad en comunidad; de caserío en caserío. Porque a diferencia de muchos politiqueros, nosotros si hemos caminado paso a paso; hemos dormido en pellejo; hemos comido la comida cómo todos nuestros compañeros del campo y de la ciudad. He brindando las veces que hemos tenido que brindar con su chicha, con su trago oriundo de su pueblo y es por eso que el día de hoy, decimos: reafirmamos nuestro compromiso de desarrollo, pero no de un desarrollo cualquiera, sino de un verdadero desarrollo sostenible para nuestros pueblos.
Y cuando digo que es un desarrollo sostenible, es porque las obras que se hacen no es sólo para disfrutarlo nosotros, si no son obras que van a quedar como sustento de nuestras futuras generaciones de nuestra niñez y de las personas y ciudadanos que vendrán después de nosotros, eso se llama desarrollo sostenible.
El día de hoy hemos venido, a Coishco, a reunirnos con ustedes, agradezco a mis vecinos, a mis amigos de David Dazo, a mis amigos de las organizaciones sociales de la Federación de Rondas Campesinas del Valle del Santa, de Sihuas del cual formo parte. Por eso muchas de ustedes me han venido escuchando y siempre les he tratado de compañeros, pero no porque sea Aprista, sino porque soy rondero: ayer, hoy y siempre y después de la muerte seguiré siendo rondero y jamás me voy avergonzar.
El día de hoy, quiero decirles a esos politiqueros que tanto nos critican. A aquellos que se llenan la boca hablando de pobreza y de miseria; a aquellos que en campaña electoral, van a nuestros pueblos jóvenes y duermen en sus ranchos y en sus esteras; a ellos les digo, que nosotros no solo lo hablamos, sino que nosotros si somos gente de abajo, gente de barrio y tenemos moral para hablar de la realidad.
Yo hace 26 años vivo en el pueblo joven PEPAO y cuando llegué al PEPAO, llegué como invasor y hasta ahora me mantengo viviendo en el PEPAO. Por eso el cariño de mis vecinos, sin que yo les haya dicho que vengan, hoy día, han venido por su propia voluntad. Y voy a seguir viviendo en el PEPAO porque es el barrio donde tengo amigos, donde tengo mucha gente que me estima y me quiere. Con ellos los fines de semana nos vamos a jugar un partido de fulbito. En las fiestas estamos juntos, porque yo jamás me olvido de donde salí y quiénes son mis amigos.
Jamás voy olvidarme, que para ir a estudiar al Instituto Tecnológico Carlos Salazar Romero, a veces no tenia para el pasaje y tenía que ir a pie ida y vuelta. Así los pobres sufrimos y los pobres sabemos qué cosa es pobreza.
Y es por eso que nosotros, cuando hacemos una obra lo hacemos pensando y actuando con los pobres, no solo de un escritorio frío; y eso quiero que quede presente en nuestros hermanos, no solo de Coishco sino de todo Ancash, de nuestra juventud, de nuestra niñez de nuestros adolescentes.
Y mientras haya pobreza, mientras haya miseria, desigualdad entre nuestros pueblos la única forma de poder salir de esto; es que los pobres, nosotros mismos nos gobernemos y nosotros los pobres tenemos que aprender a gobernar. Y también quiero recordarles, algunas veces cuando yo hablo, muchos me critican y seguramente la gente de la oposición se llena la boca y dice mira a José, como raja, mira cómo habla, pero yo hablo porque soy de pueblo y porque le hablo a todo el mundo. Quiero recordarles y lleven en la mente a José Carlos Mariátegui un gran maestro, sin pisar una universidad, un autodidacta: sin ir a una universidad, él dejó como enseñanza y dijo: que el cambio social y la transformación de nuestros pueblos, no va ser la copia ni calco de otras realidades o de otras transformaciones sino, una creación heroica de nuestro propio pueblo. Por eso, decía, hace un momento que los pobres tenemos que gobernar. Porque nosotros sí, somos capaces de hacer esta transformación social. Nosotros si somos capaces de cambiar nuestra sociedad y hacer un gobierno con equidad, con justicia social. Los pobres si lo vamos hacer compañeros.
Por eso compañeros, en este día, ésta noche ya, quiero reafirmar mis principios, mis pensamientos. Jamás he escondido mis ideales y César lo sabe, mis profesores del Instituto “Salazar Romero”, que están aquí el día de hoy con nosotros, me conocen. Saben que cuando yo digo, digo la verdad: yo soy socialista y a mucha honra he sido ayer, hoy, lo seré mañana y lo seré siempre. De eso jamás me voy avergonzar, porque cuando abarqué y abracé esta ideología, lo hice porque yo soy pobre, pensando en los pobres, porque los pobres tenemos que unirnos, tenemos que juntarnos para salir de la extrema pobreza que nos encontramos. Para salir de ese dominio, de esa opresión que siempre durante muchos años, por siglos (eso la historia lo dice); los ricos jamás se acordaran de los pobres.
Ahora compañeros estamos en el poder. Hoy día nos toca a Cesar y a mí, mañana les tocará a ustedes, pasado seguramente a nuestros hijos. Pero cuando trabajen, cuando construyan desarrollo, lo hagan siempre pensando en los pobres, y si por pensar en los pobres seguramente buscarán la forma de encarcelarnos, alguna vez seguramente nos calumniaran o nos meterán falsos testimonios. A buena hora compañeros, porque los pobres, los socialistas sabemos pelear, sabemos luchar. Y digo soy socialista: ¿y qué? No lo digo solamente en una forma lirica, lo digo porque en las calles hemos peleado.
Lo vamos a seguir haciendo, porque nosotros en la mente siempre llevamos un slogan, que lo vamos a mantener hasta los últimos días de nuestra vida: “Prefiero morir de pie, luchando antes de vivir arrastrado por el resto de mi vida”, eso lo vamos hacer hoy, mañana y siempre.
REALIZADO EL SABADO 05 DE JUNIO DEL 2010 EN COISCHO
COMENTARIO SOBRE: SOY SOCIALISTA ¿Y QUÉ?
Es inusual que un Presidente Regional en el Perú pronuncie con orgullo: “Soy socialista ¿Y qué?” El socialismo y los socialistas en el Perú han sido vilipendiados, perseguidos y desprestigiados. Es tan difícil encontrar a un ciudadano defendiendo o aludiendo que su profesión de fe es el socialismo.
Hablar sobre una inclinación ideológica, es un derecho inherente al hombre. Pero en circunstancias que vive el mundo y el país es actuar con valentía y mantener viva la llama los ideales máximos de la humanidad: libertad, igualdad y fraternidad es un asunto de valentía.
La frase: “Soy socialista ¿Y qué?” Expresa una alternativa ante las profundas brechas sociales y económicas. Significa que el socialismo sigue vigente en sus ejes rectores. El socialismo es la alternativa, para que cada individuo sea considerado como ser supremo y digno ante motivaciones frívolas y mercantilistas.
La actual generación tiene derecho a conocer el socialismo como ideal y como práctica. El pueblo tiene derecho a saber que es posible un gobierno junto con organizaciones campesinas, obreras, pequeños empresarios, estudiantes gestionando y gobernando con limpieza y responsabilidad. Y sobre todo, cuando un órgano de gobierno del estado, es presidido por José Sánchez Milla, un hombre que ha nacido y se ha formado desde organizaciones campesinas de base, habiendo demostrado que no se ha embriagado de poder o absorbido por las comodidades materiales.
La gran prueba y lección de la frase: “Soy socialista ¿Y qué?”, para un verdadero socialista es pronunciarlo con conocimiento exacto, orgullo, valentía actuando con plenitud, y sobre todo cuando el socialismo a nivel internacional experimenta, momentos difíciles. Cuántos seguimos en adelante y afirmamos desafiantes: “Soy socialista ¿Y qué?”
Una luz a un tenue empieza alumbrar, luego de la larga penumbra dictatorial, oscurantista y corrupta fujimontesinista.