domingo, 18 de diciembre de 2011

NAVIDAD DE LOS POBRES


Para muchas personas estas navidades serán las más pobres de su vida. Unas navidades en crisis, de corazón, no se las deseo a nadie. La Navidad tiene varias caras y distintos porcentajes artificiales tanto de sentimientos y deseos como de mercantilismo comercial.

Aunque la base sea el nacimiento de Jesucristo (a pesar de que serias investigaciones demuestran que no nació en diciembre) y la festividad en si contenga una dosis de creación mítica e invención humana lejos del rigor histórico, como dicen algunos, 'si no existiera la Navidad habría que crearla' porque en el fondo el ser humano necesita salir de la rutina diaria anual marcada por la negatividad y ha de portarse o comportarse bien y a buenas con sus semejantes, que bastante daño o mal ha ido sembrando desde la prehistoria hasta la actualidad.  

Sentimientos profundos sociales, humanistas, filosóficos, ético-morales y religiosos tales como solidaridad, fraternidad, paz, concordia, consenso, caridad, amor, cariño, familiaridad, compañerismo, misericordia, generosidad...son los que deben imperar a cualquier hora y siempre entre todos los seres humanos del planeta sea Navidad, Pascua .

Pero no es posible que tales sentimientos perduren el año entero a la vista de los conflictos y problemáticas mundiales, crisis imperante en nuestro querido Perú y de la maldad reinante en muchos corazones y cerebros de quienes dirigen los destinos del planeta, así que, no hay más remedio para que la cosa no sea aún peor, que cambiar el 'chip' cada período diciembre-enero, en cada Navidad.  

Para ello sirve y nos vale la Navidad. Para que los siempre buenos aún sean más bondadosos, para que los tibios o mediocres se tornen buenos aunque sea por unos breves días (menos da una piedra) y para que los malos reduzcan su maldad si no operan un cambio radical hacia la bondad. Ello pasa cada año por estas fechas, con bonanza económica o sin ella, independientemente.

Sin embargo, estamos ante las Navidades más difíciles, donde pobres  ven rondar el funeral el pan del azúcar, Con una buena parte de la población  recibiendo ayuda alimenticia de entidades y ongs y otro porcentaje considerable de la ciudadanía que ha perdido empleo, ahorros y vivienda por culpa de la crisis (esos sufridores hipotecados...); la situación navideña para estas gentes no está para descorchar ni brindar alegremente.  

Y en estas fechas tan entrañables, en las que cabe imperiosamente ser sensible con los necesitados y solidario con el dolor ajeno de los indefensos y los débiles; hago mi ruego a los que tanto poseen aún (por suerte para ellos) para que se acuerden de quienes están mal y practiquen el 'espíritu crístico navideño' (por muy artificial que pueda parecer) predicando con el ejemplo materializando ayudas económicas, alimentarias y de ropajes en los organismos correspondientes como ongs, iglesias y servicios sociales.

Perdamos el miedo a las compras navideñas y compremos racionalizadamente pero con inteligencia, sin derroches ni ostentaciones., a ese enero, a un nuevo año, a pesar de las catastróficas previsiones de los economistas. Vivir con tal inseguridad en estas Navidades críticas no es bueno. Deseemos con fuerza como una vibración al unísono, la mejoría de la Crisis.

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