Esta columna planteó el martes la posibilidad de que, por la trayectoria declinante de su candidatura, a Alex Kouri le podría convenir que fuera tachado:
“Lo que también se puede especular es con un escenario en el que Kouri perciba que su suerte ya está echada y que sea inevitable su derrota, en cuyo caso tal vez le convendría que la tacha prospere para que él pueda decir, como un “olímpico de Berlín”, que perdió en mesa”.
Pues algo parecido le ha ocurrido por la decisión del Jurado Electoral Especial de declarar procedente la tacha por el sancochado con sus domicilios. Podrá apelar, pero su candidatura ya está herida de muerte. Incluso, él podría ser eliminado y reemplazado por quien sigue en la lista, la actriz Ivonne Fraysinet, pero si con Kouri esta opción iba mal, sin él será peor.
La candidatura de Kouri empezó a fracasar apenas se constató su improvisación. La primera señal fue recurrir, como “vientre de alquiler”, a un partido político desprestigiado y saltimbanqui. Pero si Kouri ya iba mal con Cambio Radical, se puso peor con la revelación del ¿ex? candidato Carlos Roca de que su postulación es apoyada “por lo bajo” por el Apra. De paso, qué piñas son los apristas que han perdido, en una semana, dos candidatos; ¿y ahora por quién va a votar, o a quien van a botar?
Aun en el caso de que la apelación de Kouri prospere, su candidatura ya se ha desprestigiado mucho y difícilmente se recupere, con lo cual dejará en la mesa, a cincuenta días de la elección, alrededor de la cuarta parte de la intención de voto, que no es poca cosa y significa un reacomodo del tablero electoral con ganadores y perdedores.
Un primer ‘ganador’ es Kouri pues, a pesar de que su postulación ya iba al matadero, ahora podrá argumentar que le ganaron en mesa y no en la cancha. Su futuro electoral 2011 estará entre el fujimorismo y el Apra. Pierden, en cambio, los tránsfugas que cambiaron de casa para seguir a Kouri.
Pero la principal perjudicada con la tacha es Lourdes Flores, pues ahora se ha quebrado la polarización de la campaña entre ella y Kouri -a quien ya había aplastado con el argumento decencia vs. Corrupción-, lo cual siembra el terreno para un escenario que podría ser capitalizado por otra candidatura.
Hasta el argumento de no desperdiciar el voto entre postulantes menores para evitar el triunfo de Kouri desaparecería con la tacha, lo cual abre oportunidades para los ‘otros’ ganadores por lo sucedido: Susana Villarán, Fernando Andrade, Humberto Lay o Luis Iberico.
El rumbo que finalmente tome el voto que deje Kouri aún es incierto. Lo único cierto es que una vez más se comprueba que las elecciones peruanas pueden ser cualquier cosa menos aburridas. La verdad es que son un vacilón.
Por: Augusto Álvarez Rodrich
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