viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Bienvenido seas 2011!

 Ya estamos en el Nuevo Año.  a pesar de la crisis galopante que se viven en nuestra provincia por la atrocidad de  las autoridades políticas , deseando que 2010 no fuera más que un pequeño paréntesis en nuestras vidas, y ansiando la pronta llegada de 2011. ¡A mí que me dejen como estoy!...era la frase más repetida ante los deseos de Paz y Felicidad para el nuevo año.
que está siendo tan agresiva la campaña mediática que se está llevando a cabo, a propósito de la crisis económica global, que el miedo al futuro y la desconfianza se están apoderando, poco a poco, de toda la población. A ver, en estas circunstancias, quién se atreve a poner en duda las medidas de los gobiernos de apoyo a la banca, es decir, a los causantes del desastre financiero mundial. Porque, en lo que todos nos hemos puesto de acuerdo  (gracias a la efectiva campaña propagandística por medios comunicación, los Estados Unidos de América), es en que a quien hay que salvar es a los grandes de las finanzas y del automóvil. ¿O no?.
No pasa un día sin que tengamos una nueva mala noticia sobre la situación económica. Unas veces nos viene en forma de cifras de paro. Otras en forma de empresas que quiebran. Aunque también los titulares de prensa pueden contribuir a generar mayor situación de pánico entre las gentes. Por ejemplo, ayer aparecía en diversos medios una frase: 'el mundo se encamina a la ruina'.
En el Perú , hambrientos  se van a la marcha de protesta cada día ,para exigir al gobierno puestos de trabajo ,hay niños que se mueren de inanición, hay desesperanza , hay frustración y cólera ,frente a este horizonte sombrío como pocos creemos ,ANTE LA CRISIS HAY ESPERANZAS, en los hogares
huarinos, vemos rondar el funeral del pan, de la sal, del azúcar , productos de primera necesidad,
Casi un conjunto de maldiciones bíblicas están signando al Perú, con marca lacerante, cuya cicatriz tal ves será maquillada a través de la acción de nuevas generaciones de peruanos, puesto que la situación actual del gobierno de Alan García Pérez, no permite en confiar, que haya gente o grupo de peruanos, capaces de acabar, con la inmoralidad, el desgobierno económico y el
futuro pignorado de la nación.
 El problema de la crisis financiera actual, como el de las anteriores, es el de los especuladores y gentes sin escrúpulos que se van a aprovechar de la situación para seguir sacando partido a la misma. Por ejemplo. A mis amigos, por fin les han concedido el tan ansiado préstamo a través de otra Entidad. De esta forma podrán pagar la deuda que les provocaron otros especuladores anteriores, y que seguro guardan sus millones en magníficos paraísos fiscales. Pero ha sido a un interés por encima del precio de mercado.
Baja el Euribor, pero los Bancos siguen diciendo que no tienen dinero y, por tanto, se mantiene los intereses altos. Y agradecidos. Pues ante la supuesta escasez de dinero, que te presten es ¡todo un lujo!. Así funcionan los mercados. Como decía Milton Friedman en 1973, son una forma de regular la codicia humana para que cause el menos daño posible.
De la misma forma, estamos asistiendo a toda una oleada de crisis de empresas, la mayoría de ellas ficticias, a pesar de los esfuerzos que realizan toda esa legión de técnicos y asesores a sueldo de las empresas, para 'camuflar' la verdadera situación económica. Yo estoy viviendo en directo dos bastante llamativas. La primera, de una empresa de energías renovables. Sus beneficios altos. Su cartera de clientes creciendo. Sus riesgos, prácticamente inexistentes. Y de pronto, despiden casi a la mitad de la plantilla. Aunque justo en el límite legal para evitar la consideración de despido colectivo
,solo un cambio de poder en el estado y una política de gobierno para las grandes mayorías, para los trabajadores , para el pueblo, solo un gobierno realmente nacionalista tecnológico .que rompe las principales ataduras de la imposición imperialista, puede realmente iniciarla solución a los males que aquejan nuestro querido Perú  Y a quienes menos poseen que no les reduzcan sus sueldos. Y que bajen la gasolina, los alimentos, la ropa, la luz y el gas, entre otras necesidades. Apretémonos el cinturón pero que no paguen justos por pecadores. Todo sea por salir cuanto antes lo mejor posible de la recesión.
Por esto, la esperanza ha de ser lo último que se pierda. Tenemos que conseguir salvar el barco. Pero si no lo conseguimos, y el barco se hunde, las ratas también se tienen que hundir con nosotros. Feliz Año 2010.

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