La Coordinadora Regional de la MCLCP Ancash, dijo a MIM Ancash “la información es un bien público. No debe ser guardada, sino manejada por todos. Gobernantes y gobernados
La Municipalidad Distrital de Independencia (MDI) obtuvo 5.4, la Municipalidad Distrital de San Marcos (MDSM) 6.5, y la Municipalidad Provincial de Huaraz (MPH) 5.5 puntos, en una escala de 0 a 20, en su calificación de rendición de cuentas. Esta valoración corresponde a la percepción de la población relacionada a la manera en que la municipalidad informa sobre sus ingresos y gastos.
El índice de percepción de la rendición de cuentas a la ciudadanía, en el caso de la MPH, se mantiene igual en comparación con la calificación registrada en julio de 2009. En el caso de la MDI, este índice se incrementa en 0.3 puntos. Por su parte, la MDSM muestra una disminución de 3.6 puntos.
La última encuesta de percepciones MIM Perú, realizada en enero de 2010, revela que un 70% de la población en
Huaraz, un 64.5% en Independencia, y un 54.8% en San Marcos considera que su municipalidad no informa sobre el uso del dinero en obras de inversión. Además, un 56.2% de la población en Huaraz, un 52.2% en Independencia, y un 57.7% en San Marcos percibe que no le parece útil la manera cómo su municipalidad informa sobre sus gastos.
La Coordinadora Regional de la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza (MCLCP) de Ancash, Nelly Villanueva Figueroa dijo a MIM Ancash que “todavía persiste la cultura del secreto y, sabemos que la información es un bien público. Por lo tanto, no debe ser guardada, sino manejada por todos, por gobernantes y gobernados para tomar decisiones inteligentes. Esto, incluso, beneficia al gobernante porque le da legitimidad a su gobierno. La práctica de informar con transparencia todavía no es habitual, debemos reforzar más para que la población ejerza su derecho. También la obligación de prepararse sobre este tema, conociendo todos los instrumentos legales y dispositivos, a fin de ejercer de forma responsable el rol que nos toca como ciudadanos.
Asumiendo una actitud de exigencia y, al mismo tiempo, una actitud de compromiso. La fiscalización corresponde, por norma, a autoridades de nivel superior, es algo administrativo que, incluso, incluye sanciones. En cambio, la vigilancia ciudadana es un observatorio, es control y seguimiento. La vigilancia detecta un problema y, además, hace una propuesta, porque el ciudadano es corresponsable de lo que pasa en su jurisdicción. Hay que señalar la responsabilidad del gobierno, pero también hacer hincapié en la responsabilidad que le corresponde al ciudadano”.
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