martes, 29 de enero de 2013

HUARI ES LA PROVINCIA MAS POBRE DE ANCASH. UNA CRUDA REALIDAD PARA VERGÜENZA DE LAS AUTORIDADES


Si hay un lugar que se detuvo en el tiempo, ese parece ser el pueblo de huari, a cuatro horas de huaraz. Allí, la población no solo mantiene intactas sus raíces nativas, sino también, sufre la desazón del abandono de la región: es la única provincia con 16 distritos, que no cuenta con una vía de acceso de primera calidad.

Las cifras desnudan aquella realidad. ¡Huari olvidada!   Poco podemos decir de tus adelantos en la política o la economía local, andamos rezagados por culpa de malos gobernantes, como el  alcalde que solo se preocupa por el reparto del canon minero que es para sus partidarios quienes apoyaron su campaña política, mientras aquel poblador mira con atónito el desvió del dinero  del canon.

pocos huarinos luchando contra la pobreza para salir adelante mientras la ciudad se torna una urbe cualquiera perdida en el bullicio de miles de ruidos exógenos, fungiendo de adelanto, más bien confundiendo el desarrollo. ¿Dónde están el coliseo de gallos y el coso taurino? Convertidas hoy en monumentos olvidados, en escenarios propicios para el reinado de los cacos y la mala vida. Pistas que fueron, veredas que ya no son, parques sin verdor, mirador mama shoco a la huachafería, mercados que venden la antítesis de la higiene mientras la corrupción campea en las instituciones públicas.    

Es que en huari, siempre se come igual. “Los alumnos desayunan canchita con kuaker, papa sancochada o toman un tecito. En la lonchera también llevan lo mismo, pero sabemos que esos alimentos no nutren a los niños. Por eso a veces no captan lo que uno les enseña”, comenta la profesora. Por si fuera poco, cuando las clases llegan a su fin, los pequeños retornan a casa y se ven obligados a realizar tareas del hogar. Liz, a su corta edad, prepara la sopa, lava los platos, cuida a su hermanito de siete meses y apenas, tiene tiempo para hacer sus tareas. Ella tiene desnutrición. Entonces, “cómo podemos exigir un mayor desarrollo a los niños cuando existe una desnutrición a temprana edad muy grande que conlleva muchas veces a disminuir el aspecto cognitivo de los estudiantes”

¿Pesimismo? Realidad. Cuando Antamina inicia sus actividades en el año 2002 ubicado en el distrito de San Marcos, el optimismo se había apoderado de las mentes de los huarinos. Más aún, tal optimismo era inyectado por los gobernantes nacionales y locales de turno, cuando en cada instante asociaban, por todos los medios, la llegada de la transnacional minera con la palabra “desarrollo”. ¡Claro! No era para menos, puesto que, desde hace siglos, huarimarka era la cenicienta de la región Ancash. Pues, ni siquiera el reconocimiento como ciudad ecológica significado en el inicio de su real desarrollo. Entonces, era lógico que ante el anuncio de la llegada de una de las más grandes empresas auríferas del mundo, a explotar nuestro oro y otros metales, los huarinos nos llenemos las mentes de optimismo y de esperanza.

Han sido suficiente 11 años de actividad minera para que tal optimismo se vaya esfumando del imaginario popular huarino y sea sustituido por la desconfianza generalizada; quizá los trabajadores directos, algunas autoridades locales y nacionales y algunos medios de comunicación masiva, estén exentos de tal desconfianza.

En este contexto, hoy, la desconfianza, constituye un fenómeno social que está en constante crecimiento y no sólo tiene como raíz la ausencia de desarrollo, sino otros procesos negativos alimentan dicho crecimiento: corrupción, crisis económica, pérdida de valores, demagogia de los políticos, etc. El problema es que la desconfianza no se limita a un concepto abstracto; pues, ésta se traduce en conflictos sociales, procesos sociales negativos que, en la actualidad, están marcando la dinámica social de nuestra región.
Por muchos, con desarrollo; pero, también existe crecimiento del fenómeno desconfianza. Cabe indicar que mientras la palabra crecimiento implica sólo cambios cuantitativos, la palabra desarrollo implica cambios cualitativos, cambios que van de lo inferior a lo superior. Por lo tanto, la provincia de huari está lejos de haber logrado el anhelado desarrollo o por lo menos de mostrar tendencias hacia él (su paso del cuarto al segundo lugar en pobreza, sustentan este argumento) Lo único que ha logrado es crecimiento: ha crecido la riqueza para un pequeño grupo y, junto a ello, crece la población, crece el desempleo, crece la delincuencia común, crece la corrupción, crecen las demandas sociales y crece el descontento y la desconfianza. ¡la tierra de los mishikankas Crece.

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