cómodo, regalón y bonachón así es el alcalde Teodoro acuña Benítez , quien dispone
a su antojo el canon minero de los pobres huarinos ,quien es ejemplo puro de la
impunidad, la soberbia, el descaro, la desfachatez y el abuso de poder en la
política.
¿Sabe realmente el pueblo huarino
cuanto de presupuesto nos corresponde por canon? ¿Cómo es la repartija del
canon entre sus partidario? ¿En que se invierte la plata del canon? ¿El canon
minero beneficia a los huarinos o a empresarios que apoyaron su campaña? Estas
y otras preguntas de seguro que no podrían responder nuestros estúpidos,
zopencos autoridades que vienen ahogando su gestión, en medio de la gran
pobreza.
En huari seguimos de escándalo en
escándalo. Esto ha sido la constante en todos los gobiernos municipales que han fenecido, estos representantes de la
rancia derecha, los de corte populista y los de seudo izquierda. Parece que la
estrategia preferida por estos gobiernos es mantenernos “entretenidos” con el
circo de dimes y diretes que desvían la atención de la opinión pública sobre de
las cuestiones de fondo.
El pueblo tiene el derecho a la
verdad, por lo tanto, no queremos medias verdades o mentirillas piadosas pues
eso, tarde o temprano, va en desmedro de la autoridad. Lamentablemente, El
ataque mediático que los huarinos experimentamos todos los días no contribuye
al debate sereno y objetivo de la realidad de la provincia
No se recurre a la “fuerza de la razón”
sino que nos enredamos en discursos guerreristas que no resuelven el problema
sino que lo agrava pues esto polariza y divide a pueblo. A la Política hay que
devolverle su verdadero estatus y no denigrarla como si fuera un conflicto
callejero de insultos de lado y lado. Una política de desprecio al pensamiento
del otro puede ser letal a la hora a ajustar cuentas con la historia. Tarde o
temprano todo nos pasa factura y la oportunidad histórica para construir una
nueva provincia puede quedarse tan solo en otra oportunidad fallida.
La arrogancia, altanería y
egolatría son anti valores que no deben practicar las autoridades pues son
pésimos ejemplos para la población. Si consideramos que el atraso es el clímax
de la violencia y el caos, es recomendable que desde las alturas del poder
sepan irradiar y practicar la
honestidad, el respeto, la
humildad, y la honradez para contribuir a crear una ambiente de paz en
la población.
Entonces, ¿por qué no se ha
logrado el tan ansiado Progreso y Bienestar Social que la provincia necesita? He ahí el quid de la cuestión. Las
explicaciones pueden ser muchas, pero a nuestro modo de ver, la razón
fundamental es porque no ha existido vocación de Servicio hacia la provincia.
Lo que ha existido ha sido un apetito voraz por sacar el mayor provecho
económico para la satisfacción particular de unas cuantas personas ligadas a su entorno social supuestamente del pueblo-
y de algunos proveedores que apoyaron su campaña.
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