La corrupción política, es una lacra privilegiada en nuestro país, y con más renombre en regiones como Ancash, en esta región donde desgraciadamente la corrupción de un tiempo a esta parte abarca una gama amplia de prácticas, desde la financiación irregular de partidos y elecciones, y la adquisición de votos, hasta el comercio de influencia por los políticos y los titulares de cargos públicos elegidos.
Mis largos años en mi calidad de columnista en distintos diarios de circulación regional y local, como a través de los análisis en radio-tv, tertulias con reconocidos hombres de prensa, representantes de la sociedad civil-no han sido en vano. Y como ancashino-peruano que soy- me doy cuenta que la impunidad, “esa palabra mágica” que todos los politiqueros que nos gobiernan y gobernaron, buscan afanosamente. Porque está claro que quien gobierna se sacara la Tinca. Se llenará los bolsillos como quiera y pueda. Nadie lo condenará, y si lo condenan sabe que irá a una de las tantas cárceles doradas que ahora existen en el Perú. Pero, por qué se puede producir impunidad? Bien conocido es el dicho “hecha la Ley, hecha la Trampa”. Claro, durante años aprovecharon los politiqueros los llamados vacíos legales para justamente de allí establecer su defensa o justificación para delinquir. Porque, lamentablemente quienes administran justicia no usan el sentido común y criterio para interpretar las leyes. Solo se basan en lo que se dice en la ley. Y si no se dice, ya saben que por allí se defenderán los delincuentes y, bueno, tendrán que hacerse de la vista gorda. Entonces,…se producirá la impunidad.
Este es el caso, de los candidatos que postulan a un cargo público- pretendiendo llegar al poder o reelegirse a sabiendas que muchos de ellos son los peores elementos de la sociedad, son simples vulgares rastrojos de la sociedad, que no cuentan con la capacidad suficiente de liderazgo como para conducir un municipio, una región y peor una nación, carecen de los principios valores éticos y morales, otros tienen deudas con la justicia. Cómo se puede ser autoridad en estas condiciones?. En mi humilde opinión y a sabiendas que mi propuesta no es una utopía-los candidatos a dirigir los destinos de un municipio, región o del país deben ser de calidad moral, verdaderos líderes de pocas palabras y mas acción.
O es que no hay gente honesta en este mundo? Claro que los hay. Pero la gente proba, que está muy indignada con lo que ve en el Perú, no cree que la política es para ellos, y como resultado el electorado a nivel nacional, sobre todo los más jóvenes que al parecer tienen aserrín en la cabeza-terminan siendo el “remedio peor que la enfermedad”-sufragan por el candidato menos idóneo, por los verdaderos capos de la corrupción que ante la incapacidad de competir con propuestas convincentes-no les queda otro medio que ofrecer dadivas.
Creo que más o menos cave la frase de cliché, que si en el gobierno de García, para los críticos era “La corrupción avanza”, en el Gobierno de Humala, ante la no destitución de funcionarios ineficientes y la creación de más ministerios, la designación de más funcionarios en nuevas oficinas de logísticas-sencillamente se puede decir “mantenidos en aumento”
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