En Ancash la corrupción no tiene remedio y será imposible erradicarla. Todo cargo político al nivel que sea, representa una oportunidad de enriquecimiento ilícito cuando, quien lo desempeña, llega con la tendencia o intención de hacerse rico lo más pronto posible. Aprovecha el momento porque sabe que su pobre bagaje cultural no le permitiría vivir con el esfuerzo propio, con el sudor de la frente.
Todo Ancash lo sabía pero nadie se atrevía a decirlo. "Los aportes de dinero o las ayudas que hacen en especie los empresarios y la minería a los políticos y candidatos para financiar sus campañas electorales una práctica que genera corrupción". Cada moneda que un empresario privado dona a una campaña de un candidato a la presidencia, congresistas, genera un compromiso que normalmente revierte en contratos, cargos públicos o beneficios de diferente naturaleza como acomodar normas a gusto del donador.
De esa forma no gobierna el elegido sino sus donadores de dinero y especie. La retribución a los donantes de las campañas electorales no es inmediata a la donación, se hace cuando los candidatos asumen sus cargos en las diferentes ramas del poder.
Empresarios no creen que donar a campañas sea transparente", la población comentan el dinero de la corrupción financian las campañas electorales y política en Ancash. Consideran que las donaciones a campañas políticas son una práctica de corrupción... El 65% está de acuerdo total o parcialmente con que las donaciones de campaña son usadas para obtener beneficios particulares.
La financiación de las campañas por parte del sector privado es una forma de participación política legítima. Sin embargo, por tener una clara incidencia pública, debe ser transparente y sujeta a una permanente y estricta rendición de cuentas, situación que no ocurre. Un ejemplo de esa indelicadeza y ambigüedad está en las campañas millonarias para un gobierno eventual
Hay otros muchos factores que contribuyen a estigmatizar las donaciones. Lo importante del caso surge de los donantes que reconocen que "si hay corrupción y que no todas son acciones cívicas.
Este tema adquiere particular notabilidad, no sólo por la proximidad de las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2011 ,La responsabilidad política sobre la corrupción en las elecciones no se debe limitar. Ese ya es un paso valioso porque se sale de una y por todas de debajo de el manto de ambigüedad, mentira y oscurantismo a que nos tenían sometidos.
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